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May 18, 2023

La "visión" del G7 decepciona a los partidarios del desarme nuclear

El desarme nuclear fue un tema clave de la agenda en la Cumbre del Grupo de los Siete de mayo en Hiroshima. Pero aquellos que esperaban un compromiso sólido se han quedado decepcionados.

La ubicación de la cumbre puso de relieve las horribles consecuencias del uso de armas nucleares. Los líderes visitantes presentaron sus respetos a las víctimas del bombardeo atómico de Hiroshima en 1945 en el Parque Conmemorativo de la Paz de la ciudad. Fue un momento significativo dado que tres de los participantes provienen de países que poseen arsenales nucleares: EE. UU., Francia y el Reino Unido. Los participantes también tuvieron la oportunidad de reunirse con sobrevivientes de la bomba atómica, conocidos como hibakusha.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, habló sobre la visita al parque y al museo del mismo nombre en términos crudos: "Lo que vimos allí fue inquietante. El triciclo de un niño torcido por la explosión. Uniformes escolares ensangrentados y desgarrados. Y con esas imágenes en nuestras mentes, resolvimos nunca olvidar lo que sucedió aquí".

Junto con los representantes del G7, los líderes de países como Corea del Sur y Ucrania realizaron sus propias visitas, al igual que el Primer Ministro de la India, que también tiene un stock de armas nucleares.

El decano de la Escuela de Política Pública e Internacional de la Universidad Hitotsubashi, Akiyama Nobumasa, dice que todo esto equivale a un pequeño paso en la dirección correcta. "Este es un gesto simbólico muy importante en el que firmaron un esfuerzo conjunto", dice.

Los líderes del G7 emitieron un documento titulado "Visión de Hiroshima" sobre el desarme nuclear. A pesar de su importancia como la primera declaración de este tipo, ha sido ampliamente criticada por hibakusha y activistas. Muchos dicen que el documento no va lo suficientemente lejos.

Un pasaje especialmente controvertido dice que "las armas nucleares, mientras existan, deben tener fines defensivos". Muchos ven esto como un intento de justificar la posesión de armas nucleares como disuasión. El documento no hace referencia al Tratado sobre la Proscripción de las Armas Nucleares, otro factor que suscitó fuertes críticas por parte de algunos observadores.

"Creo que el documento en sí es notable, pero sería justo decir que Japón desperdició la oportunidad de asumir un papel de liderazgo en el desarme nuclear. La declaración refleja solo las opiniones de EE. UU., Francia y el Reino Unido", dice Suzuki Tatsujiro, vicedirector del Centro de Investigación para la Abolición de las Armas Nucleares de la Universidad de Nagasaki.

Él dice que el contenido no es lo suficientemente sustantivo como para justificar referirse a la declaración como una "Visión".

Por su parte, Akiyama sugiere que cierto grado de ambivalencia puede haber sido inevitable, dados los muchos conflictos que asolan el mundo actual. “Con el ambiente de seguridad que enfrentamos, no sería fácil comprometerse con el desarme. Si iban a hacer promesas que no podrían cumplir, el documento hubiera tenido poco valor”, dice.

La cumbre de Hiroshima se produjo en un momento en que el riesgo de que se utilicen armas nucleares en la guerra es mayor que en cualquier otro momento desde el final de la Guerra Fría. El presidente ruso Vladmir Putin ha planteado repetidamente amenazas nucleares desde que sus fuerzas comenzaron la invasión de Ucrania. Recientemente anunció planes para desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia.

Akiyama y Suzuki están de acuerdo en que los líderes del G7 deben tratar de mantener el impulso en materia de desarme.

"Para reducir la tensión y el riesgo, Rusia tendrá que entablar un diálogo. La pregunta es cuándo y bajo qué marco". pregunta Akiyama. "Desafortunadamente, la cumbre del G7 no impulsará a Rusia a negociar. Esto significa que los rusos tendrán que decidir por sí mismos dejar de jugar este peligroso juego nuclear", continúa, enfatizando la necesidad de una presión continua sobre Moscú por parte de la comunidad internacional.

Suzuki enfatiza el papel especial de Japón. "Japón, como el único país que ha sido atacado con armas nucleares en la guerra, tiene un papel importante que desempeñar", explica. "Debe tratar de garantizar que los líderes conviertan en acciones lo que acordaron en Hiroshima. A largo plazo, Japón también debería presentar una visión para reducir la dependencia de la disuasión nuclear".

En última instancia, no habrá ningún progreso real hacia el desarme nuclear sin las dos mayores potencias nucleares del mundo: Estados Unidos y Rusia. A medida que China acumula su arsenal nuclear y crece la amenaza que representa Corea del Norte, Japón se enfrenta a un entorno de seguridad cada vez más severo. A pesar de estos factores que se oponen a una campaña seria de desarme, Japón debe tratar de fomentar el progreso hacia la eliminación de las armas nucleares en respuesta a la demanda interna de impulso, sin mencionar la posibilidad de crear un mundo mejor para todos.

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